Recibiendo premio por mejor TFG

Algunos consejos para tu TFG En este (re)post, doy algunos consejos en base a mi experiencia para poder crear un TFG (de ADE) que puede ser candidato de premio

[Antes de nada, este post lo escribí para el blog de Innovandis en esta dirección. He dejar constancia de este post en mi blog para la posteridad :-)].

Introducción

Uno de los momentos en los que te das cuenta de que tu etapa universitaria está llegando a su fin es cuando tienes que desarrollar tu “trabajo fin de grado”.  Un Trabajo de Fin de Grado (TFG) no es una tarea precisamente trivial (al menos, el mío no lo fue). Esto es así, dado que:

  1. El trabajo debería ser equivalente en nivel de esfuerzo a una o varias asignaturas (dependiendo del Plan de Estudios de tu facultad / universidad) de tu grado.
  2. El trabajo debería intentar aglutinar la mayor cantidad de conceptos posibles de tu grado de manera coherente, o al menos, del área que estés trabajando.
  3. Es un trabajo autónomo. Aunque estés guiadx por un/a tutor/a, tienes que trabajar mucho por tu cuenta, o en grupo, para poder sacar el proyecto adelante.

A través de este post quisiera compartir los baches a los que me tuve que enfrentar en este camino y que, finalmente, me han llevado a conseguir el Premio Sebastián Iruretagoyena al “Mejor Trabajo de Fin de Grado en Administración y Dirección de Empresas (ADE)” de la Promoción 2018-2019, creado en honor al difunto profesor Sebastián Iruretagoyena.

Este premio, concedido por un grupo de amigos del que fuera profesor de la ESTE, Sebastián Iruretagoyena y por su familia, pretende resaltar la figura del profesor Sebastián Iruretagoyena, que enseñó durante muchos años en la ESTE y fue el primer director del MBA Ejecutivo. El premio valora la excelencia académica del proyecto, la cercanía y valor aportado a la realidad empresarial, y el impacto económico, social y medioambiental del mismo.

De izquierda a derecha, David Iruretagoyena (hijo de Sebastián), Marina Mendicute y Ainara García (falta José Luis Escobar), ganadorxs del Premio Sebastián Iruretagoyena en la modalidad «Mejor Análisis Económico-Financiero», y yo, en la modalidad «Mejor TFG de ADE junto a y Luis Bastida (representación de los amigos de promoción de Sebastián)

a. [OPCIONAL] Tener una idea previa.

En mi caso, yo tenía claro que quería usar el TFG de ADE para testear una idea que me iba rondando por la mente desde hacía algo más de un año. Esta idea estaba orientada a una empresa basada en un software de visión artificial o visión por ordenador. Para ello, había hablado de esta idea antes con familia, amigxs, mentorxs del Título Propio de Innovación y Emprendimiento (iNNoVaNDiS) de la Universidad de Deusto y con mis superiorxs en la empresa donde realicé mis prácticas, y tenía unas mínimas nociones de por dónde iban a ir los tiros.

[Obviamente, esto solamente aplica a aquella gente que quiera hacer un TFG de Creación de Empresa con idea propia].

b. Contactar cuanto antes con tu tutor/a.

Dependiendo de lo animadxs que seáis, haréis el trabajo con más o menos gente (yo tuve la opción de hacerlo de manera individual, lo que no significa hacerlo de manera aislada, porque fundamenté de manera sólida mi idea previa a la hora de presentar la solicitud para el proyecto).

Pero excluyéndoos a vosotrxs y/o a lxs miembros de vuestro equipo, la persona a la que debéis contactar es vuestrx tutor/a. Esta persona va a estar con y para vosotrxs durante todo el desarrollo del TFG. Sin embargo, dependerá sólo de vosotrxs el aprovechar todo su potencial, que en la mayoría de los casos es muy superior al que te puedas imaginar, en base a lo que hayas podido ver durante las asignaturas de grado. Tal y como decía antes, este es un trabajo autónomo, de modo que aprovechar los recursos que están a vuestra disposición es parte de lo que se espera de vosotrxs.

c. Planificar con cierta exigencia.

Dos cosas que a mí me ayudaron a pivotar y a dar los resultados correctos en el tiempo esperado trabajando de manera individual fueron:

  1. Empezar el trabajo un poco antes. Si tenéis oportunidad de hablar con la empresa/institución que os asigna el proyecto con cierta antelación y no os rompe ningún otro plan personal que tengáis, hacedlo. Yo pude usar un par de semanas antes de empezar el semestre para empezar a dar forma al modelo de negocio y reflexionar.
  2. Ser pesimistas en la planificación. Seamos realistas, muy poca gente cumple los hitos y fechas de entrega establecidos al 100%, porque puede haber mil imprevistos que no vamos a ser capaces de predecir, pero que nos va a alejar del objetivo que nos habíamos planteado para el período en el que debemos ser capaces de desarrollar el trabajo. Intentad establecer vuestras fechas límite algunas semanas antes de la fecha límite real, de manera que no os pille el toro en el último momento.
Literalmente, que no os pille el toro. Fuente de la imagen: La Publicidad.

d. Disfrutar con el reto.

Entiendo que puede haber ciertos proyectos que se os asignen de manera más o menos arbitraria, pero si tenéis la opción de trabajar en algo que habéis definido vosotrxs mismxs porque es algo que os motiva, y que tenga potencial para generar un impacto real, aprovechad esa oportunidad. No hace falta insistir en que sarna con gusto no pica.

e. Aceptar las desviaciones (porque las habrá).

Si me preguntarais de qué trataba mi TFG, mi respuesta antes de empezarlo y al acabarlo serían radicalmente diferentes. Mi respuesta antes de iniciar el TFG era una aproximación algo ambigua, incluso naíf, al verdadero problema – algo que como negocio era absolutamente inviable.

No obstante, en base a las preguntas propuestas por mi tutor (Ricardo Vea), por mis amigxs, por mis compañerxs de trabajo, etc. supe que no estaba yendo por el buen camino: estaba “inventándome un problema para resolverlo”, y no “inventándome una solución para resolver un problema existente”.

A partir de ahí, tuve que pivotar de manera bastante seria, repetidas veces, para poder llegar a una solución válida, y de ahí poder construir el modelo de negocio final. Por lo tanto, el tiempo adicional que preveía en mi planificación lo acabé usando casi completamente.

f. Usar las opciones disponibles.

Una vez más, insisto en esto. Me entrevisté con diversas personas, organizaciones; pasé encuestas repetidas veces en empresas del sector para obtener información fiable, etc. Si el proyecto os motiva, intentaréis hacer lo que sea para hacerlo bien, y no os olvidéis de usar las opciones que se os presenten (obviamente, siempre desde el respeto y la confidencialidad).

g. Preparar un buen pitch.

Una vez hayáis hecho la parte más dura del trabajo, no os olvidéis de presentarlo de manera limpia, agradable, clarificando y consensuando los criterios y contenidos sobre los cuales poner énfasis con el/la tutor/a y coordinadora de TFGs. Esto os ayudará a completar vuestra nota; la cual, si habéis hecho un trabajo decente, será bastante alta.

Y eso es todo, así que, sin más dudas, ¡a por ello!

¡Nuestro selfie!
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